El secretario general de la OMI habló desde la Conferencia de la ONU sobre los Océanos y advirtió que el transporte marítimo debe liderar el cambio: nuevas normas, tecnologías limpias y cooperación internacional para salvar los ecosistemas marinos.
- junio 13, 2025
- Posted by: Consejo Portuario Argentino
- Categoría: Noticias

En el marco de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, el secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, alzó la voz con un mensaje directo y contundente: “El océano y el planeta dependen de que intensifiquemos nuestro trabajo mediante el poder de la acción multilateral”.
El Secretario General de la OMI, definió este momento como una oportunidad crítica para pasar de las palabras a los hechos, en un contexto donde el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad marina amenazan el equilibrio global.
“Gobiernos, industrias, sociedad civil: este es nuestro océano, nuestra obligación – y nuestra oportunidad.”, expresó en la apertura de su agenda en Niza, donde mantiene reuniones con representantes de Estados miembros, científicos, ONGs y líderes del sector privado marítimo.
Transporte marítimo: clave para la transformación global
Durante su participación en el Foro de Economía Azul y Finanzas, celebrado en el Principado de Mónaco en la previa a la Conferencia, Domínguez subrayó el rol fundamental del transporte marítimo en la agenda ambiental global: “El 80 % del comercio mundial se mueve por mar. Tenemos una responsabilidad inmensa. La descarbonización del transporte no es una opción, es una urgencia.”
Si bien, el Secretario General de la OMI, reconoció los esfuerzos realizados —como los 150.000 millones de dólares que ya invirtió el sector para avanzar en sostenibilidad— advirtió que la regulación por sí sola no será suficiente. “Necesitamos innovación tecnológica, producción masiva de combustibles alternativos y una infraestructura portuaria preparada. Para todo eso se requiere inversión, especialmente en los países en desarrollo.”
Domínguez también remarcó la necesidad de que la transición sea inclusiva y justa, sin dejar atrás a los países con menos recursos ni a las comunidades costeras que dependen del mar para su sustento.
Medidas y resultados concretos
Lejos de quedarse en declaraciones, el secretario general citó casos exitosos y datos concretos:
Buques equipados con velas o asistencia de aire, que ya están en operación, reduciendo consumo de combustible y emisiones.
Reducción de velocidad de navegación: bajar la velocidad apenas un 10 % puede disminuir un 40 % el ruido submarino y hasta un 30 % las emisiones contaminantes.
Además, destacó la reciente iniciativa regional liderada por Panamá y Canadá, en la que más de 30 países de América Latina se comprometieron a reducir el ruido submarino, una amenaza invisible pero letal para mamíferos marinos y ecosistemas vulnerables.
Marco normativo climático
Uno de los puntos más esperados de su agenda fue la presentación del nuevo marco climático global para el transporte marítimo, adoptado por los Estados miembros de la OMI en 2023 y en proceso de implementación:
Objetivo de cero emisiones netas para 2050, con metas intermedias de reducción en 2030 y 2040.
Un sistema global de fijación de precios al carbono, que entrará en vigor en abril de 2027, para incentivar el uso de combustibles limpios.
“Hemos acordado un camino claro, pero ahora necesitamos acciones. Lo importante no es solo lo que decimos, sino lo que hacemos. La credibilidad de la comunidad marítima está en juego.”, advirtió Domínguez en una entrevista con El País.
“Salvar los océanos es una prueba del multilateralismo. Si fracasamos aquí, fracasamos como humanidad” afirmó el Secretario General de la OMI.
Como parte de los anuncios de la OMI en la conferencia confirmó la creación de dos nuevas alianzas sectoriales:
Una enfocada en la reducción del ruido submarino.
Otra centrada en combatir la contaminación plástica desde los buques y la cadena logística.
Ambas plataformas buscarán articular a Estados, industria, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil en proyectos de cooperación técnica y formulación de políticas.
En un momento donde el océano enfrenta múltiples presiones —climáticas, químicas, biológicas y económicas—, el mensaje de Domínguez fue tan técnico como político: sin voluntad colectiva, no hay océano sostenible.
Por Violeta García, GlobalPorts//