Bajante del río Paraná evidencia la crisis de infraestructura portuaria en Barranqueras

Esta semana, el río Paraná registró una bajante a niveles históricamente bajos, ubicándose en 98 centímetros durante varios días consecutivos. Sin embargo, a pesar de la magnitud de este fenómeno, la situación ha pasado prácticamente desapercibida en el puerto de Barranqueras debido a la inactividad en la zona portuaria, que lleva años paralizada.

El ministro de Infraestructura, Hugo Domínguez, señaló que a pesar de los esfuerzos recientes por recuperar la infraestructura del puerto, el principal desafío es retomar el dragado del riacho Barranqueras, una tarea que no se realiza desde hace 14 años.

La falta de dragado ha resultado en una profundidad insuficiente en el riacho, lo que impide la navegabilidad y mantiene paralizados los muelles del Puerto Barranqueras, así como los de la Compañía Logística del Norte (Colono), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), y las plantas de las petroleras Shell e YPF.

Incluso en épocas de niveles regulares del río Paraná, el riacho Barranqueras no alcanza el calado necesario para la navegación, ya que los 2,40 metros de cota mínima estipulados por la Prefectura Naval Argentina no se cumplen debido a la falta de mantenimiento. Los últimos intentos de dragado se realizaron durante el gobierno de Domingo Peppo, pero se limitaron al pie del muelle, sin lograr un impacto significativo.

En su tercera gestión, el exgobernador Jorge Capitanich intentó privatizar el control del riacho, entregándolo a la compañía belga Jan de Nul, responsable del mantenimiento de la hidrovía Paraná-Paraguay, a cambio del dragado. Sin embargo, este convenio también fracasó, dejando la situación del puerto en un estado crítico.

Actualmente, las esperanzas están puestas en la estatal YPF, que ha iniciado trabajos de dragado desde la desembocadura del riacho al sur de la isla Santa Rosa hasta su muelle en Barranqueras. No obstante, Domínguez advirtió que si estos esfuerzos no tienen éxito, YPF podría seguir los pasos de Shell, que cerró su planta en Puerto Vilelas, lo que representaría otro golpe devastador para la infraestructura portuaria y la economía regional.

El gobierno provincial continúa gestionando ante las autoridades nacionales la financiación necesaria para el dragado del riacho, consciente de que sin esta obra, la reactivación del Puerto Barranqueras y la zona portuaria en general seguirá siendo un objetivo distante.

Fuente: Globalports

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