El Puerto de Ushuaia apuesta por el turismo de cruceros y la integración ciudad-puerto

Un motor económico que duplica la población de Ushuaia en temporada alta

El Puerto de Ushuaia es la principal puerta de entrada a la Antártida, un privilegio que le permite recibir miles de turistas cada año. Según Ramírez, la temporada de cruceros en la ciudad ha alcanzado una madurez notable tras el boom postpandemia. “Este año, a pesar de ciertos factores económicos, esperamos más de 240.000 pasajeros, lo que equivale a duplicar la cantidad de habitantes de la ciudad”, destacó.

 

El turismo antártico y bioceánico —que une el Atlántico con el Pacífico— no solo genera empleo y oportunidades, sino que redefine la identidad de Ushuaia. Ya no es solo una ciudad industrial: es un destino de clase mundial que combina naturaleza, aventura y desarrollo sostenible.

 

Más allá de la temporada alta: Ushuaia busca romper la estacionalidad

Uno de los desafíos del turismo en la región es la alta concentración de visitantes entre septiembre y abril, dejando vacíos los meses de invierno. Para cambiar esta realidad, el puerto ha impulsado una nueva estrategia de turismo de contraestación, presentada recientemente en FITUR España, la feria de turismo más grande del mundo.

 

El hito más destacado de esta iniciativa fue la decisión de un empresario argentino de dejar un buque antártico en Ushuaia durante todo el año, en lugar de trasladarlo a Mar del Plata fuera de temporada. Esto permitirá ofrecer recorridos invernales por los canales fueguinos, los glaciares, la Isla de los Estados y el Cabo de Hornos, consolidando a Ushuaia como un destino atractivo los 365 días del año.

 

“Desde el puerto, estamos favoreciendo esta iniciativa con tarifas accesibles, mientras que el Ministerio de Turismo de la provincia se encargará de la visibilidad y promoción. El objetivo es posicionar a Ushuaia como el principal destino invernal de navegación en Sudamérica”, explicó Ramírez.

 

Esta estrategia no solo fortalece el turismo, sino que también genera una sinergia con la comunidad local. “Por primera vez, estamos pensando en un modelo donde el puerto no es solo un punto de tránsito, sino un espacio de encuentro, desarrollo y recreación”, reflexionó el vicepresidente portuario.

 

El desafío de integrar el puerto con la ciudad

Durante décadas, Ushuaia creció de espaldas a su puerto, pese a que depende de él para el ingreso de insumos y el desarrollo económico. Hoy, esa realidad está cambiando. “Hace 20 años éramos una ciudad industrial; hoy somos una ciudad 80% turística”, señaló Ramírez.

 

Este cambio no ocurrió de la noche a la mañana. Fue necesario un proceso de transformación cultural, que incluyó educación en las escuelas, campañas de concientización y un nuevo enfoque en la relación ciudad-puerto.

 

“El turismo ya no es visto como una actividad ajena a la comunidad. El puerto es parte de la vida diaria de Ushuaia, y eso se traduce en un mayor respeto y compromiso con el sector”, aseguró.

 

Esta integración se refleja también en la estrategia de infraestructura, donde las obras portuarias no solo están pensadas para la operatividad, sino también para el disfrute de los habitantes.

 

Inversiones para un puerto más competitivo

La modernización del Puerto de Ushuaia es clave para sostener este crecimiento. Tras 20 años sin ampliaciones, se logró construir una extensión de 120 metros en el muelle multipropósito, lo que aumentó en 20% la capacidad operativa.

 

Además, se proyectan dos nuevos muelles para catamaranes y una terminal de pasajeros de cabotaje, pensada tanto para turistas como para residentes. “Queremos que sea un espacio amigable, con cafeterías, salas de reuniones y un diseño integrado al paisaje, donde los habitantes de la provincia también puedan disfrutar”, afirmó Ramírez.

 

Estas inversiones no solo buscan mejorar la infraestructura, sino también fortalecer la conexión entre la comunidad y el puerto, haciendo de Ushuaia un modelo de desarrollo portuario sostenible.

 

Una visión a futuro: Ushuaia como ejemplo de crecimiento equilibrado

La experiencia de Ushuaia demuestra que el desarrollo portuario no es solo una cuestión de infraestructura, sino también de integración con la comunidad y de planificación estratégica.

 

El desafío ahora es consolidar este crecimiento y garantizar que el puerto no solo siga siendo un referente del turismo antártico, sino que también se convierta en un motor de desarrollo permanente para la ciudad. “El éxito no solo se mide en cantidad de barcos, sino en cómo el puerto impacta positivamente en la vida de la gente”, concluyó Ramírez.

 

Desde Globalports, seguiremos de cerca la evolución de este modelo, que bien podría servir de inspiración para otros puertos del país y la región.

 

Fuente: Globalports por Por Violeta García