Lanzan la Estrategia Federal Logística, un ambicioso programa con más de 1.100 proyectos

Fue articulada por el Consejo Federal de Inversiones y se presentará en una cumbre con gobernadores, empresas y organismos multilaterales. Busca dotar de herramientas en el largo plazo para mejorar el movimiento de cargas en el país.

Luego de casi tres años de trabajo, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) presentará de manera oficial la Estrategia Federal Logística, un ambicioso programa en el que participaron gobernadores, empresas, sindicatos y diversos actores del sector, cuyo objetivo es facilitar y perfeccionar el transporte de cargas en el país, dotando a las provincias de herramientas para negociar financiamiento y moverse de manera mancomunada bajo una visión integral a largo plazo. “Es una herramienta dinámica, que a medida que los sectores productivos se muevan, se va a ir adaptando a esa realidad productiva que tiene Argentina”, definió Ignacio Lamothe, titular del CFI, a este medio.

El proyecto será discutido y analizado por jefes provinciales, funcionarios del Gobierno nacional, empresarios y representantes de organismos multilaterales, entre otros, el jueves y viernes en la Cumbre Federal de Logística, con el objetivo de trazar una mirada común y buscar que la Argentina “dé un salto en la eficiencia de su sistema logístico”, al calor del boom de proyectos mineros e hidrocarburíferos que desafía a la infraestructura existente.

Qué es la Estrategia Federal Logística

La Estrategia Federal de Logística surgió en el 2021, cuando los 10 gobernadores del Norte Grande solicitaron asistencia técnica del Consejo Federal de Inversiones para la iniciativa del Corredor Bioceánico. Desde entonces, la propuesta decantó en una radiografía mucho más abarcativa, que sintetizó las necesidades e inquietudes de cada región.

Actualmente, consta de 1.143 proyectos distribuidos a lo largo y ancho de todo el país, divididos de la siguiente manera: 635 carreteros, 164 plataformas logísticas, 103 aéreos, 85 ferroviarios, 81 pasos de frontera y 75 fluvio marítimos. Dentro de ese índice, un 40% son de gestión provincial, un 33% de Nación, un 20% mixto entre Nación y provincia y un 7% provincia-local. A la par, un 37% de ellos tiene impacto regional, un 28% provincial, 16% internacional, 14% nacional y 5% local.

Entrevistado por este medio, el responsable de la Estrategia Federal Logística, Guillermo Bormioli, repasó algunas de las principales problemáticas que hallaron: “La falta de disponibilidad de contenedores de los territorios que se alejan del Puerto de Buenos Aires es una constante. La necesidad de infraestructura y las cuestiones normativas, también. Casi todas las producciones en Argentina tienen que salir por caminos rurales. En la mayoría de las provincias, no está claro el modelo de gestión para manejar esos caminos”, señaló. A la par, sostuvo que un aspecto recurrente es mejorar cómo sale la producción primaria: “Es un tema de administración. Cuestiones normativas para garantizar los servicios fluviales, también. Lo plantea Tierra del Fuego como lo plantean Corrientes, Formosa y Chaco. También garantizar la conectividad en los pasos de frontera”.

En el ítem carretero, los proyectos involucran diversos ejes, desde el desarrollo de espacios de descanso para transportistas (Patquía en La Rioja o antepuerto de Posadas, por ejemplo), el desarrollo de plataformas on line de vinculación entre dadores de carga y transportistas para mejorar el desbalance de cargas en todo el país, la generación de nuevas conexiones nacionales e internacionales (ejemplos son la RP43 en Catamarca y mejoras en los accesos a puertos (Bahía Blanca, Formosa y Rosario) y rutas, entre otros puntos.

Al respecto, Bormioli dijo que no solamente hay que desarrollar nuevas rutas, sino que hay que mantener las que ya existen, una preocupación central en la agenda de los gobernadores por estas horas. “El tema de control de pesos es algo que apareció en todas las provincias del país; la necesidad de articular mejores controles de pesos, porque una ruta pensada para durar 10 años hoy termina durando tres. Lo trabajamos a nivel provincial y regional. Hoy estamos logrando acuerdos federales -con acuerdos y tensiones-, y ya vamos encontrando la hoja de ruta para mejorar la logística de cara a las producciones regionales”, comentó.

El modo fluvio marítimo, en tanto, prioriza aspectos asociados a la mejora de la infraestructura y el equipamiento portuario (obras en Barranqueras, la reactivación del puerto de Formosa, equipos de frío para Rosario, señalización náutica en Villa Constitución, ampliaciones y mejoras para el Puerto de Rawson y de Ibicuy, mejoras en los espigones y galerías de Mar del Plata, y el desarrollo de un puerto para Río Grande, entre más de 70 proyectos), así como proyectos de adecuación normativa que agilicen la operatoria y simplifiquen procedimientos aduaneros para el cabotaje fluvial.

Bormioli graficó que, por ejemplo, muchos distritos tienen corredores de bitrenes habilitados, pero que se cortan en la frontera provincial: “Por ahí una carga pasa por tres provincias con tres normativas distintas. Si la provincia de al lado no me adecúa el puente por el que tiene que pasar el bitren, no pasa, porque se cae”. “Esas cuestiones surgen en el marco de la estrategia logística. La carga no respeta fronteras jurisdiccionales. Se va a encontrando en su camino y sale. Sea por los puertos de Chile o por los puertos de Santa Fe, pero siempre va a buscar la opción más competitiva”, comentó.

Por su parte, el segmento ferroviario indica que, dada la baja densidad relativa de cargas, se requiere de un plan para darle sostenibilidad al sistema. Los proyectos proponen un esquema de acciones sobre la recuperación de la infraestructura (estudios para desvíos en el ramal C3 en Saénz Peña, ramales U5 o U7 en Entre Ríos, la reactivación del C15 a Bolivia, el enlace entre el ramal GM68 y el GM1A en Santa Fe, o un nuevo ramal de trocha ancha entre Timbúes y Terminal 6, como ejemplos de más de 85 proyectos ferroviarios priorizados por las provincias).

Respecto al ítem aéreo, el CFI destaca que existe potencial para incrementar el volumen de cargas de transporte aéreo y que, por eso, los proyectos priorizados proponen el desarrollo de los espacios de carga en aeropuertos existentes (rehabilitación de pavimento y balizamiento en el sector industrial del aeropuerto de Rosario, ampliación del depósito fiscal en Salta) o la mejora en los equipamientos para la carga aérea (aeropuerto de El Calafate, depósito de frío en Mendoza o mejoramiento del sistema de refrigeración en Ezeiza) entre más de 100 iniciativas.

El mejoramiento de entornos y servicios, la coordinación institucional – países vecinos, reparticiones públicas nacionales y provinciales, y el sector privado–; y la simplificación de procedimientos son, a la par, las principales inquietudes para los pasos de frontera. El énfasis se pone sobre el mejoramiento de los entornos y de los servicios (tratamiento de aguas en San Sebastián, desarrollo de servicios en Sico, entre otros) y a agilizar la operatoria de frontera.

El Paso Cristo Redentor, en Mendoza, uno de los más importantes entre Argentina y Chile.

 

Una preocupación central es la conectividad digital. “Se quiere digitalizar los trámites, agilizar el paso de la mercadería, y muchas veces llegan los camiones y se encuentran sin conectividad digital. Por ahí están ahí cuatro o cinco horas, y pierden mucha plata. Esa no es una inversión cara. Ese tipo de problemas tiene la logística argentina. A veces no es una ruta de 300 kilómetros, sino poner internet. En los pasos de frontera son mucho más los atrasos por cuestiones administrativas u operativas que por cuestiones climáticas. Eso lo identificamos en el marco de la estrategia logística”, analizó el especialista.

El plan pondera, además, el desarrollo de plataformas logísticas, “una oportunidad de mejora para la logística urbana (ruptura de carga), el uso de modos más eficientes (economías de escala) y facilitaciones al comercio exterior (zonas francas y depósitos fiscales)”. Los proyectos se enmarcan en una visión integral y articuladora para su desarrollo que incluye tanto la infraestructura (pre gate para el puerto de Dock Sud, puerto multimodal en Tinogasta, centro de transferencia de cargas en Trelew, polo logístico en Chamical, mejoramiento de servicios en el parque industrial San Martín en Mendoza, desarrollo de la plataforma logística en Neuquén en RP67 y RN22, entre otros.

El boom del litio plantea un desafío para la logística argentina.

Otro inquietud que el CFI relevó es la falta de áreas abocadas a la logística tanto en el Estado nacional como en las provincias. Bormioli también consideró que la ausencia de diálogo entre los distintos jugadores del sector es otra constante. “Por ejemplo, la provincia que está tratando de asfaltar una ruta, cuando el problema lo tenemos en los caminos rurales. El productor se enoja porque le suben los costos del transporte. Ese diálogo nos permite generar acuerdos entre todos los actores para ordenar un poco el camino”, señaló.

“Una herramienta para las provincias”

Por su parte, Ignacio Lamothe, titular del CFI, dialogó con Ámbito y evaluó la dimensión política del programa: “Las provincias se dotan de una estrategia para ir a los multilaterales, a los bancos de desarrollo, y plantear un acuerdo de financiamiento de largo plazo, con obras estructuradas, priorizadas por el territorio y con una estrategia armonizada. No es que cada provincia va a pedir una obra, un puente o un tramito, sino que van con una estrategia integrada. Podemos calzar un plurianual de 10 a 15 años de financiamiento a largo plazo para mejorar la eficiencia logística del país”.

Licenciado en Ciencias Políticas, Lamothe comanda el organismo desde el 2020. Desde su visión, la logística argentina nunca fue pensada como una estrategia integrada, por lo que destacó lo inédito del proyecto.

“El sector del limón, por ejemplo, diseña su propio sistema logístico y se la rebusca con los escollos que hay en el medio (las rutas, las normativas, etc.) Tenemos que pensar como país es que un modelo desarrollo se tiene que anclar en una estrategia integrada de logística, que facilite el movimiento de cargas, que haga eficiente los servicios, que los piense integralmente. Qué producimos, qué movemos, cuánto movemos y sobre todo cuánto vamos a mover si entran determinados sectores a la producción”, apuntó.

Ignacio Lamothe, titular del Consejo Federal de Inversiones.

 

Fundado en 1959, el CFI cumplirá 65 años este viernes. En su órbita conviven las 23 provincias (no está la Ciudad de Buenos Aires), por lo que su manejo requiere de articular intereses diversos con mandatarios de procedencias distintas. Consultado sobre este punto, Lamothe aseguró que “cuando la política se organiza y planifica, produce cosas de alta calidad y un trabajo de mucha importancia para el país”. Consideró, además, que “en la Argentina está pasando algo virtuoso con el tema” y que, pese al ruido que hay en la política, “se vienen produciendo este tipo de hechos”.

“Esta estrategia no tiene posiciones políticas porque todo el mundo está de acuerdo en que hay que mover la carga. La industria vitivinícola produce eficientemente en algunos lugares y en otros, directamente por el costo del flete, no es rentable. Argentina tiene un montón de oportunidades productivas en un montón de regiones que simplemente el costo del flete las deja afuera. Está bueno saberlo. A veces ni siquiera es un tema de infraestructura: es de servicios. Si veo la oportunidad, hay sectores productivos que se hacen reales”, dijo.

A futuro, el dirigente anticipó que los gobernadores tienen que tomar parte de la estrategia y comenzar la adecuación con normativas y planteos ante el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

Sobre este aspecto, se preguntó: “¿Por qué hacemos una estrategia logística integrada y con la voz de las provincias? Para que el esquema federal productivo argentino la tenga de cara al Gobierno nacional, de cara a los multilaterales y el mundo. Si invertimos en los próximos 20 años en estos rubros, con estas prioridades, hay muchos sectores productivos que se vuelven competitivos; muchos sectores productivos que hoy no producen porque el costo logístico los deja afuera”.

Las rutas ocupan un lugar central en la Estrategia Federal Logística.

Y agregó: “Ahora hablamos del boom del litio. Cuando haya que mover ese boom del litio, vamos a tener que estar preparados; si no, un montón de cosas que decimos que van a pasar en la Argentina no van a pasar. Nos parece sumamente importante que los gobernadores hayan dicho ‘tenemos que pensar cómo producimos, cómo movemos lo que producimos, qué volumen tiene eso y cómo lo estamos moviendo hoy y cómo lo podríamos mover mejor’. Ese sería, a grandes rasgos, el trabajo; cuáles son las oportunidades de mejora de este proceso”.

A modo de cierre, comentó que Argentina tiene todo para que le vaya bien: “Tiene agua, produce alimentos que el mundo va a demandar, tiene los minerales de la transición energética, tiene la principal reserva eólica del planeta, tiene la segunda reserva de gas no convencional, la cuarta de petróleo”.

Así las cosas, profundizó: “Argentina no tiene ninguna chance de que le vaya a mal. Tenemos turbulencias, restricciones sobre los dólares, pero cuando mirás el concierto internacional y cuáles son los problemas de la Argentina… no tiene guerras, no tiene hipótesis de conflicto interno, no tiene divisiones religiosas, tenés una población pacífica, respeto por los derechos democráticos. Es un país al que le tiene que ir bien”.

Este jueves y viernes, el CFI será escenario de la Cumbre Federal Logística a la que asistirán los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Martín Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy) Ignacio Torres (Chubut), Claudio Poggi (San Luis), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), además de funcionarios del Gobierno nacional, importantes empresas y representantes de organismos multilaterales.

Fuente: Ambito Financiero

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