María Jimena López: “Nos debemos como país una política pública específica en relación a la estrategia portuaria”

Dos récords en toneladas movilizadas y buques atendidos permitieron a Puerto Quequén culminar el año 2024 con broche de oro. Entre enero y diciembre pasado, el terminal marítimo de la Provincia de Buenos Aires manejó 7.770.387 toneladas, a través de la recalada de 332 naves.

María Jimena López, presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, conversó con PortalPortuario y aseguró que, en lo que va de 2025, las cifras se asemejan a las del periodo anual anterior, mientras el objetivo sigue puesto en romper nuevamente la meta y alcanzar las 8 millones de toneladas transferidas.

López, desde su experiencia en el rubro y con una mirada desde la provincia, se refirió al desarrollo actual del sector en la Argentina y apuntó a la necesidad de contar con una mirada a largo plazo que cuente con un respaldo económico del Estado para el impulso del crecimiento de la infraestructura, junto a una estrategia portuaria que esté sustentada en una política pública.

El año pasado fue histórico para Puerto Quequén ¿Cuál es la tendencia que se está observando en esta primera mitad de 2025?

Nosotros cerramos 2024 como un año muy bueno con un récord histórico de más de 30 años, tanto en lo que es llegada de buques y carga de granel, que es a lo que nos dedicamos nosotros. Este inicio de año venimos con números similares a los del año anterior, esperando crecer, al menos, un poco, quedar por encima y poder completar los 8 millones de tonelada. Ahora, estamos esperando ver como va a ser el impacto del escenario a nivel global, en términos de los conflictos bélicos que se desarrollan a lo largo y ancho del mundo para saber cómo va a impactar en la demanda de granos para el Puerto de Quequén, específicamente.

Más allá de los números ¿Qué desafíos está enfrentando actualmente el puerto?

El desafío que hoy tenemos como puerto granelero es la tecnología puesta al servicio del ordenamiento de la logística. Nuestra mayor debilidad no está en el agua, nosotros tenemos debilidad en la tierra por el volumen de logística de tierra que manejamos. Son 250.000 fletes al año y esto hace que, obviamente, tengamos dificultades por no contar con un corredor logístico exclusivo que, creo, es una debilidad que hay que poner cabeza para planificar y desarrollar. Estamos viendo cómo generar ese circuito, porque en la localidad donde estamos nos falta un puente que se cayó en una inundación, que acortaría los tiempos de espera de la logística. Creo que es una debilidad que atravesamos muchos de los puertos, cómo generar la intermodalidad tren – camión – buque para, justamente, reducir los impactos, tanto de huella de carbono o rotura de la vía asfáltica, cosas que pasan por el volumen de lo que transportamos.

Mirando al futuro ¿hacia dónde apunta el desarrollo del puerto?

Nosotros queremos, en algún punto, empezar a pensar en la multimodalidad como la posibilidad de tener diferentes servicios, aparte de lo que es el servicio a la carga granelera. Nosotros tenemos un directorio que está constituido por sindicatos, actores privados y por quien habla, soy la funcionara puesta por el gobernador; hace poco terminamos de aprobar la posibilidad de crear un house de pesca. Nosotros tenemos muchos problemas con la pesca, en su momento hubo todo un desguace de la industria pesquera en la Argentina y estamos tratando de reflotar, a través de una iniciativa privada, la primera variación del mundo de los granos nuevamente dentro de Puerto Quequén y para nosotros es todo un avance.

¿Cómo se puede lograr esa iniciativa?

Es una inversión de varios millones de dólares y creemos que por ahí es la posibilidad de abrir la puerta al privado para trabajar en forma conjunta en una alianza estratégica público – privada que posibilite la creación de fuentes de trabajo directas e indirectas, que posibiliten la construcción de infraestructura que quede como valor dentro de lo que es el puerto, porque las obras que se construyen aumentan el patrimonio propio del Consorcio. Creo que desafíos hay varios, pero uno básicamente es pensar y respetar la planificación en el largo plazo, porque el problema que tenemos a veces es que, cuando cambian las autoridades, lo que se hizo se tira para atrás y eso hace que el crecimiento siempre se vea demorado, en términos cuantitativos y cualitativos también.

Por el lado medioambiental ¿En qué están avanzando?

Nosotros trabajamos específicamente en la reducción de partículas volátiles a trabajar. Al trabajar con granos, tenemos mucha flotabilidad de partículas y hace años que se sancionó una resolución donde se usa un espesante para evitar la salida de estas partículas al aire, como también la cuestión de la reforestación en las zonas cercanas al puerto, pensando en cómo reparar. La idea, el año que viene, es que terminamos un contrato muy grande de dragado de profundización que se hizo hace muchos años y que todavía estamos pagando, porque es una obra muy cuantiosa que nos permitió llevar a nuestro puerto a 50 pies, es el puerto más profundo de la Argentina. Entonces, poder pensar en una obra de reparación sobre la playa de Quequén, que se llama refulado – técnica para la alimentación artificial de playas-, que es un refulado de arena en donde volvemos a recuperar la costa, porque en el cambio de estructura, la ola genera un impacto que la consecuencia directa es la erosión costera y nos parece que nuestra agenda ambiental tiene que ver con obras de reparación para la comunidad.

En junio pasado, un buque que zarpaba del puerto colisionó con una ballena que transitaba la zona ¿Qué papel juega el puerto en esa interacción con la fauna marina?

Sí, hubo un tema con una ballena. Ese tipo de cuestiones son manejadas por un protocolo de Prefectura que tiene que ver con el tema de los cetáceos, particularmente, porque la idea no es que un buque pueda pasar por encima de un animal. Nosotros cuidamos mucho nuestra fauna, tenemos dos colonias también de lobos y lo que pasó con las ballenas nos puso en alerta a todos para nuevamente recordar en la operación portuaria el uso del protocolo cuando hay instancias en la salida, que generalmente lo que se hace, es un barco de remolque acompañar al animal para sacarlo justamente de la zona por donde pasa el buque, pero bajo ningún concepto que el buque cruce por encima del cuerpo de un cetáceo. Para nosotros son parte de nuestra comunidad portuaria los animales y el mismo día que pasó, pusimos en alerta a la prefectura en esto. Nosotros disponemos de un sistema de cámaras y consideramos, en un principio, descartar que no fuera alguna creación de inteligencia artificial, que puede pasar, entonces confirmar si la información era fidedigna y buscar a los responsables en la implementación del protocolo de cuidado de nuestra fauna.

¿La situación implica tomar medidas adicionales?

 

Sí, un trabajo más fuerte de la prefectura, que siempre trabaja de manera incansable con nosotros. Hacía mucho tiempo no habíamos tenido un problema y a veces, cuando no tenemos alguna dificultad con los espacios, tienden a relajar algunas cosas y en realidad hay que estar alerta, porque nos hemos transformado en un punto de llegada de ballenas, que no pasaba en nuestro puerto hace varios años y ahora con los años no solamente vienen, sino que vienen en más cantidad, entonces hay que tener cuidado y hay que ser responsables en el manejo de la operación portuaria para no afectar a los animales, que son parte de nuestro mar.

Retomando la temática portuaria ¿Cómo se ve la situación actual de los puertos argentinos y su desarrollo?

Yo vengo de un puerto que es provincial. Hace muchos años, a través de una transferencia del Estado nacional, se pasó todo lo que es la infraestructura al Estado provincial de la Provincia de Buenos Aires y se crearon estas figuras de consorcio. Si vos me decís si hay o no atraso en este momento, yo creo que nos debemos como país una política pública específica en relación a la estrategia portuaria, a la estrategia comercial, porque nosotros tenemos la convivencia de un sistema que tiene puertos públicos y puertos privados, pero tiene que haber una complementariedad. Tiene que haber dinero del Estado nacional puesto al servicio de la infraestructura portuaria destinado al crecimiento para poder ampliar los calados y, en el caso nuestro, tomar buques de mayor porte, los post panamax. Me parece que hay que tener una visión a largo plazo en el desarrollo portuario y también en el desarrollo y la sostenibilidad de la soberanía, como es lo que pasa en la vía navegar el troncal.

Fuente: @PortalPortuario,  Por Sebastián Betancourt

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