Pérdidas millonarias debido a la extrema congestión portuaria en Brasil

Por la naturaleza de la conectividad argentina en materia de carga de exportación e importación contenedorizada, que depende de servicios que recalan tanto de subida como de bajada en puertos brasileños, la situación de congestión portuaria en la principal economía sudamericana afecta directamente al comercio exterior local.

El estudio de Folha, reproducido por el portal especializado Datamar, se basa en datos de tráfico de las principales terminales de contenedores y entrevistas con profesionales del sector, y pone de manifiesto las demoras y cancelaciones generalizadas en las recaladas de los buques.

Insuficiente e ineficiente

Las raíces de esta crisis incluyen la insuficiencia de la infraestructura portuaria, ineficiencias en las operaciones logísticas y modelos de gestión inadecuados.

Durante 2024, los puertos brasileños manejaron un total de 5663 buques portacontenedores. De estos, únicamente 1277 (23%) zarparon según lo programado, mientras que 3219 experimentaron retrasos. Además, 1167 servicios fueron cancelados o no se realizaron debido a “salidas en blanco”, donde los buques eluden la congestión y no efectúan sus escalas programadas.

Estas estadísticas, recopiladas por la consultora Solve Shipping y consolidadas por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), destacan la gravedad de la crisis.

La situación se agrava por el desbalance entre el creciente comercio de contenedores y la expansión de la infraestructura. Desde 2010, el tráfico de contenedores en Brasil se más que duplicó, pasando de 6,8 millones de toneladas a más de 13,9 millones en 2023.

Demoras

La presión es evidente en los puertos más concurridos del país. En Santos, el informe Detention Zero del Consejo Brasileño de Exportadores de Café (Cecafé) reveló que el 84% de los buques enfrentaron retrasos en 2024, con un promedio de 12 días.

En Río de Janeiro, el 56% de los buques no cumplieron con los horarios establecidos, experimentando un retraso promedio de 15 días. En Portonave, el 56% de los buques también sufrieron retrasos, con un tiempo de espera promedio de cinco días.

La industria del café, que depende en gran medida de los contenedores para sus exportaciones, cuantificó el daño logístico del año pasado. Hasta diciembre de 2023, Cecafé reportó 1,8 millones de sacos de café (equivalentes a 5800 contenedores) varados en los puertos, resultando en una pérdida económica de 555 millones de dólares.

Extracostos

Además de las pérdidas comerciales, los exportadores también enfrentaron elevados costos logísticos.

 

Entre junio y diciembre de 2024, los exportadores de café incurrieron en gastos adicionales por aproximadamente US$ 10,4 millones debido a los retrasos en los puertos. “Hubo momentos en que tuvimos cargas atrapadas en los puertos por hasta tres meses”, comentó el director técnico de Cecafé, Eduardo Heron.

“Este no es solo un problema del sector cafetero: afecta a cualquier industria que dependa de contenedores, como productos químicos, carne congelada, madera, azúcar y pulpa”, advierte Ramon Cunha, especialista en infraestructura de la CNI.

Los contenedores representan tan solo el 8% del volumen total de exportaciones brasileñas, pero son responsables del 40% del valor total exportado, dinámica que se repite también con parámetros similares en Argentina.

Fiabilidad

Aparte de las limitaciones infraestructurales, los usuarios han manifestado su preocupación por las deficiencias en el servicio proporcionado por las compañías navieras.

Uno de los problemas más críticos es el fenómeno conocido como “carga sin carga”, donde los servicios se cancelan  debido a la congestión portuaria incluso después de que se entreguen contenedores en las terminales.

“Esta es nuestra mayor preocupación”, afirma Saulo Marquezini, gerente de relaciones gubernamentales de BMW Group Brasil. “Suspender una recalada en puerto debido a las largas colas termina generando retrasos significativos. Esto ha alterado nuestros cronogramas productivos e incluso ha demorado el lanzamiento de nuevos vehículos en Brasil”.

Los transportistas también expresan su descontento respecto a los “rollovers”, donde la carga es transferida a un buque posterior, y las “cancelaciones de escalas en puertos”, donde se anula un atraque programado. A estas frustraciones se suman las tarifas por sobreestadía, aplicadas cuando los contenedores exceden su tiempo gratuito de almacenamiento en las terminales.

Al máximo

Los involucrados exigen una mayor supervisión y transparencia en las operaciones portuarias y marítimas.

El tráfico de contenedores en Brasil alcanzó un nuevo récord en 2024, experimentando un aumento interanual del 20% hasta llegar a 153,3 millones de toneladas. Sin embargo, este crecimiento ha expuesto debilidades sistémicas que limitan un rendimiento aún más eficiente.

Los estándares globales sugieren que las terminales no deberían operar a más del 65% de su capacidad para mantener un flujo eficiente. No obstante, las terminales más activas en Brasil estuvieron peligrosamente cerca del máximo en 2024:

– Santos Brasil (SP): 76% de capacidad

– Brasil Terminal Portuário (SP): 73%

– Portonave (SC): 78%

– Itapoá (SC): 91%

– Paranaguá (PR): 81%

– Multi-Rio (RJ): 94%

Medidas

La crisis ha llevado a reuniones urgentes entre representantes del sector industrial, la Agencia Nacional de Transporte Fluvial (Antaq) y el Ministerio de Puertos y Aeropuertos (MPor). Aunque se reconocen recientes esfuerzos para abordar estos cuellos de botella, se demanda una respuesta más rápida.

“Estamos viendo pasos positivos, pero es crucial acelerar las soluciones dado que los volúmenes seguirán aumentando”, señala Mario Cezar de Aguiar, presidente de la Federación de Industrias de Santa Catarina (Fiesc), que representa al principal estado exportador avícola del país.

En una declaración conjunta, MPor y Antaq resaltaron las iniciativas actuales para expandir la capacidad portuaria, incluyendo la subasta de la terminal Tecon Santos 10, que se encuentra en fase de consulta pública. “Se anticipa que este proyecto incrementará la capacidad del puerto Santos en un 50%”, añadieron.

La actual administración planea llevar a cabo 60 licitaciones portuarias hasta 2026 para aumentar la capacidad nacional.

Además, el gobierno ha lanzado el Programa Navegue Simple con el objetivo de agilizar las operaciones logísticas, incluidos los envíos en contenedores, reduciendo trámites burocráticos para nuevas concesiones.

A corto plazo, las autoridades buscan acelerar las aprobaciones para terminales de uso privado (TUP). La siguiente fase se enfocará en acortar la duración de los contratos para concesiones públicas con el fin de facilitar la expansión.

Fuente Tradenews